martes, 18 de septiembre de 2012

El Alquimista capitulo 2


Santiago llevaba un mes trabajando con el mercader y le pidió permiso para construir una estantería, habían pasado mas de dos meses desde que construyó la estantería y esta atrajo a muchos clientes.
Habían pasado once meses y nueve días desde que llegó a África, hoy iba a volver a España pero, se arrepintió y decidió viajar a Egipto y vivir su leyenda personal tal y como le había dicho el viejo, con el dinero que tenia compró un billete para Egipto; en la caravana conoció a un muchacho inglés que quería ir a un oasis donde vivía un alquimista. Una noche se encontraron con otra caravana y esta les contó que había guerra entre dos clanes.
Habían llegado al oasis donde podían descansar y coger provisiones. Santiago se había enamorado de una joven llamada Fátima, el jefe de la caravana les comunicó que no podían continuar el viaje hasta que acabara la guerra. Una noche Santiago tuvo una visión de un ejercito que se aproximaba al oasis, fue a hablar con el jefe del oasis y le contó la visión que tuvo, el jefe le propuso el siguiente trato: por cada diez hombres matados recibiría una moneda de oro, pero si no mataba a nadie le mataría a él. Por la noche se encontró a un hombre sobre un caballo y le dijo que si al día siguiente seguía vivo le buscara tras la puesta del sol, Santiago le preguntó dónde vivía y este señaló hacia el sur; el muchacho había encontrado al alquimista.
Al día siguiente mataron a quinientos hombres, tras la puesta del sol Santiago fue a la tienda del alquimista, este le convenció para que no abandonara su leyenda personal y le prometió que le acompañaría hasta Egipto.
Al día siguiente partió con el alquimista; atravesaron todo el desierto y se encontraron en diversas ocasiones con campamentos de ejércitos. Llegaron a una monasterio, el alquimista le dijo que aquí se separarían, el alquimista pidió permiso a un monje que había allí para utilizar su cocina, en un cazo puso plomo y al cabo del rato lo convirtió en oro, lo partió en cuatro trozos y le dio uno al muchacho, otro al monje, se quedo uno y el que le sobraba se lo dio nuevamente al monje para que se lo diera al muchacho en cuanto volviera.
El muchacho caminó hasta llegar a las pirámides de Egipto, allí se puso a cavar para encontrar su tesoro, un hombre le preguntó que hacia, pero el muchacho no contestó, lo agarraron y descubrieron que tenía oro, pensaron que había mas escondido y le obligaron a cavar al no encontrar nada le pegaron una paliza para que les dijera donde había escondido el oro al final Santiago les contó que buscaba un tesoro que aparecía en uno de sus sueños, el jefe le dijo que lo que hacia era una pérdida de tiempo ya que el tuvo un sueño en el que tenia que cavar en las raíces de un sicomoro que había en una iglesia abandonada de España.
Santiago volvió a España y cuando llegó a la iglesia cavó en el sicomoro hasta encontrar el tesoro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario